lunes, 21 de abril de 2008

Ya no podía perder más tiempo...

Ya no podía perder más tiempo. Estaba decidido a hacerlo. Era ahora, en ese preciso momento. Todo estaba preparado.

El sol aún no había aparecido por el horizonte, pero el sonrosado cielo aventuraba que a no mucho tardar haría su aparición. Se sentía muy cansado. Las sábanas pegadas a su cuerpo denotaban que no había disfrutado del bienestar que produce un relajado sueño.

Se levantó justo en el momento en que vió el primer rayo de la aurora en el firmamento. Solía dejar la persiana levantada para contemplar el paso de la noche, ver como revoloteaban los pajaros, o simplemente ver como todo era un constante cambio.

El suelo de madera crujió bajos sus desnudos pies. Se acercó a la ventana y al abrirla sintió como el frío viento matinal sacudía su maltrecha piel. Entonces toda duda se disipó de su mente, y solo un pensamiento pululaba dentro de sí: tenía que hacerlo, y debía ser ahora.

Rápidamente desaparecío tras la puerta de su habitación, bajó las escaleras y se dirigió hacia la cocina. Allí los restos de la cena aún se arremolinaban en la mesa. Peró no se fijó en todo aquello que no estaba en su lugar. Solo tenía una intención, solo un pensamiento, sólo una certeza…

Se calzó las botas que guardaba junto a la puerta de salida, se puso su chaqueta y salió corriendo por el camino que moría en su casa. Corrió por todo el camino sin detenerse un momento, los árboles pasaban raudos a su lado, los pájaros trinaban en sus nidos, y el lago reflejaba ya al tímido sol que nacía entre las montañas. Pero nada de eso importaba…

Corrió sin descanso hasta llegar al pueblo más cercano, allí…sí, sería allí…

Una a una recorrió las calles del desierto pueblo, pensando, recordando…dónde podía estar…los pensamientos se arremolinaban en su mente, el miedo le agarrotaba las extremidades, el frío cortaba su desnuda piel…

Pero, ¿Cómo? ¿cómo podría hacerlo? Ni siquiera sabía donde se encontraba… su carta no decía el hotel en el que se hospedaría... todo empezaba a perder sentido…que haría en medio del pueblo con su pijama a rayas, sus botas y aquella chaqueta azul…¿¿gritar??

De repente no pareció tan descabellado…sin pensarlo dos veces aunó todo el aire que pudo en sus pulmones, el corazón le latía con fuerza excitado, su mente se llenaba de su único pensamiento, y una lágrima nació de sus ojos verdes…

¡¡¡ TE AMO!!!


Por siempre Tuyyo...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso..un spot bastante profundo y lleno de sentimiento, como eres tú..Gracias x aceptar mi invitación y deleitarnos con cada uno de tus relatos donde sé que transmitirás todo de ti en ellos.
Gracias por ser tú y estar tan presente en mi vida, incluso leyendo tus relatos...

TUYYO dijo...

No concibo mejor manera de estrenar los comentarios del blog!! Muchas gracias por estrenarlo!!.. No sé cómo lo haces, pero siempre consigues sacar lo mejor de mí...
No olvides nunca que para bien o para mal tú eres responsable de todo esto, jejeje...